Muchos estudios de investigación han demostrado un vínculo entre un IMC más alto y un aumento en el riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, las mujeres que tienen sobrepeso u obesidad pueden tener hasta un 40 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de seno en comparación con las mujeres de peso normal.
La grasa contiene una enzima llamada aromatasa que convierte las hormonas llamadas andrógenos en estrógenos. Llevar exceso de peso significa mayores niveles de estrógeno, y las mujeres con mayores niveles de estrógeno tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con cáncer de mama en comparación con las mujeres con niveles más bajos de estrógeno.
La cirugía de pérdida de peso ha demostrado ser una herramienta efectiva para ayudar a las mujeres a perder peso y reducir el riesgo de cáncer. Las mujeres que se han sometido a cirugía bariátrica pueden tener un 83 por ciento menos de probabilidades de desarrollar cáncer.