Una nueva terapia basada en el marcador CD 47 cura el cáncer en ratones. ¿Cómo podemos obtener la terapia que todavía está en la fase 1?

Sí, los primeros ensayos en humanos con el anticuerpo CD47 han comenzado en Stanford. Los sujetos se están introduciendo lentamente al anticuerpo CD47, en incrementos crecientes para fines de control y seguridad. Determinar las dosis apropiadas es muy importante y también permite a los médicos extrapolar para determinar las dosis pediátricas. Mientras tanto, otros investigadores están trabajando con anticuerpos que se adhieren aún más fuertemente a la proteína CD47, mientras que hacen menos daño a los glóbulos rojos sanos. El anticuerpo CD47 actual causó solo anemia temporal en ratones, un problema relativamente menor en contexto. Esto es TAN EMOCIONANTE, es difícil de entender y, a diferencia de muchas terapias que matan cánceres en ratones, este tratamiento se encuentra en una etapa muy avanzada y ha galvanizado el mundo de la cura del cáncer.
En comparación: hasta hace unos años, la hepatitis C era una sentencia de muerte. Ahora es curable tomando 10 pastillas. Hace 60 años, el terror médico reinante era Polio. Un día en la década de 1950 un genio llamado Jonas Salk terminó esa pesadilla para siempre. Antes de eso era penicilina; Eleanor Roosevelt solicitó una dosis experimental de este antibiótico para tratar a su hijo, que estaba muriendo de una infección por estafilococo. Lo curó en 2 días. Es difícil imaginar el miedo que estas enfermedades causaron en el mundo. Ahora es el turno del cáncer de quedar obsoleto.

La investigación sobre el cáncer ha cambiado para siempre debido a la inmunología, y se están llevando a cabo más de 900 ensayos clínicos para cada cáncer concebible, por lo que muy pronto el cáncer se verá como “tener un mal día” y no ser fatal. Ese día casi está aquí gracias a hombres brillantes como Irving Weissman en Stanford, y filántropos como el difunto Daniel Ludwig. Que Dios bendiga a los Estados Unidos y a todos los científicos y médicos brillantes y a los que sufren de esta enfermedad, ayúdense, sean sus propios defensores, y sepan que por primera vez existe una verdadera cura disponible.