El tiempo es algo complicado en los sueños. Estamos limitados al tiempo real, pero estamos limitados a nuestra experiencia del tiempo, la cual está fuertemente influenciada en la cantidad e intensidad de nuestras actividades. En el mundo real, esto no es diferente. A veces, una hora puede durar para siempre o puede parecer que pasa volando en 3 segundos. La diferencia con la vida real es que en un sueño no se debe vivir una experiencia porque estoy completo, fragmentos de la experiencia pueden darte la sensación de que ya has hecho todo.
Puede cocinar la cena por 100 en un minuto en un sueño, por ejemplo. No es necesario pelar y cortar los 5 kilos de cebolla para tener la sensación de que ya lo hizo. Pequeños fragmentos de todas las acciones pueden darle una creencia de la experiencia completa. Si bien solo lleva un instante.
Piensa en tus sueños y las cosas que suceden allí. ¿Realmente suceden en su totalidad, de principio a fin, con todo lo demás? Probablemente no.
De acuerdo, hice las cosas un poco en orden inverso aquí, dando la explicación, antes de la declaración.
No, 5 minutos en la vida real no es una hora en tu sueño. Han hecho experimentos. Cuando estás en el sueño de sueño, tu cuerpo está paralizado, tiene que serlo, de lo contrario comenzarías a representar tus sueños. Una ‘parte del cuerpo’ está excluida de esto: los ojos. Cuando tus ojos se mueven en tus sueños, también tus ojos reales. Sueño dormir también llamado sueño REM, sueño de movimiento rápido de ojos. Algunas personas son entrenadas en sueños lúcidos y son muy buenas para controlar sus sueños. Personas así, en los laboratorios del sueño, donde se les pide que realicen un experimento en sus sueños. Cuando obtuvieron el control de su sueño, miraron izquierda-derecha-izquierda, contar hasta 4 y luego mirar izquierda-derecha-izquierda. Los sujetos tardaron tanto en contar hasta 4 como el tiempo medido entre los dos movimientos oculares. Mostrar que el tiempo soñado no es más rápido que el tiempo normal. Es solo que los sueños están exentos de la lógica de nuestro mundo físico que permite una experiencia del tiempo completamente diferente.