En la escuela secundaria, yo valoraría a un tipo que me hace reír, no es agresivo con todo el tema sexual, rompe conmigo antes de que él haga trampa.
En la universidad, preferiría un chico más maduro, el enfoque también sería hacerme reír y tener una buena conversación y explorar cosas juntos.
Los muchachos son geniales, tienen valores increíbles, a menudo no son arrogantes y muy amables, pueden ser tímidos pero pueden ser lindos, pueden ser buenos oyentes y solo hablar sobre cosas interesantes. El único problema es cuando no pueden hablar para nada, entonces tienen que trabajar en sus habilidades de comunicación. No todo el mundo necesita ser un fiestero y un animador, pero es importante que se comunique bien conmigo y que no sea introvertido para hablar.