La deshidratación por la baja ingesta de líquidos es un factor importante en la formación de cálculos.
La obesidad también es un factor de riesgo importante. La ingesta alta de proteína animal, sodio, azúcares refinados, fructosa y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, oxalato, jugo de toronja y jugo de manzana puede aumentar el riesgo de formación de cálculos renales. Los cálculos renales pueden ser el resultado de una afección metabólica subyacente, como acidosis tubular renal distal, enfermedad de Dent, hiperparatiroidismo, hiperoxaluria primaria o riñón de esponja medular. 3-20% de las personas que forman cálculos renales tienen riñón de esponja medular. Los cálculos renales son más comunes en personas con enfermedad de Crohn; La enfermedad de Crohn se asocia con hiperoxaluria y malabsorción de magnesio. Una persona con cálculos renales recurrentes puede ser examinada para detectar dichos trastornos. Esto generalmente se hace con una recolección de orina de 24 horas. La orina se analiza en busca de características que promuevan la formación de cálculos. La mayoría de las piedras se forman debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Los factores de riesgo incluyen altos niveles de calcio en la orina, obesidad, ciertos alimentos, algunos medicamentos, suplementos de calcio, hiperparatiroidismo, gota y no beber suficientes líquidos. Las piedras se forman en el riñón cuando los minerales en la orina se encuentran en alta concentración.