Los profesionales de la salud recomiendan no comer ni beber productos lácteos cuando tiene fiebre, porque cuando la temperatura sube, a menudo los productos lácteos no se “sientan bien” en el estómago.
La leche tiende a cuajar y tu estómago se altera y en consecuencia vomitas.
Por lo general, muchos líquidos son buenos, los líquidos claros son los mejores para comenzar.