La quimioterapia se refiere a los medicamentos utilizados para detener o retrasar el crecimiento de las células cancerosas en cualquier parte del cuerpo. En la mayoría de los casos, la quimioterapia incluye una combinación de dos o más medicamentos, la mayoría de los cuales se administran por vía intravenosa (IV). Estas combinaciones se conocen como regímenes.
La quimioterapia no se administra todos los días, sino que se administra en ciclos. Un ciclo de quimioterapia se refiere al tiempo que lleva administrar la quimioterapia y luego permite que el cuerpo se recupere. Un ciclo de quimioterapia generalmente varía de dos a cuatro semanas.
La mayoría de los agentes anticancerígenos tienen una fuerte relación dosis-respuesta y un índice terapéutico estrecho. Pequeñas variaciones en la dosis administrada pueden llevar a una toxicidad severa y potencialmente mortal en algunas personas y una infravaloración en otras, lo que puede comprometer los resultados del cáncer. La selección adecuada de la dosis es de gran importancia, particularmente en individuos con enfermedades potencialmente curables como el linfoma o el cáncer testicular, y en el contexto del tratamiento adyuvante (p. Ej., Cáncer de mama y de colon). La selección de la dosis correcta se complica por el hecho de que los individuos tienen una capacidad muy variable para metabolizar y eliminar las drogas.