Este es un asunto complicado.
Todos nosotros nos dirigimos por el mismo camino. Todos morimos algún día. Para decir lo obvio, aparte de la tragedia, las personas mayores mueren antes que las generaciones más jóvenes.
No sabemos la edad de su hija, pero si es apropiado, explíquele suavemente el párrafo anterior si aún no comprende el concepto. Eso mismo resume todo lo que necesita saber en este momento.
En cuanto a decirle explícitamente sobre su abuela muerta de cáncer, ese no es su derecho a divulgar esa información. El estado de salud de un individuo se encuentra entre la información más privada.
Mantener la información privada de otra persona para ti no es una mentira. Decirle a los demás lo que mejor le parezca es una traición a la confianza. Si la enfermedad de la abuela aún no es obvia, respete su pedido y no incline a nadie a su situación. Si su hija sospecha que algo anda mal con la abuela, explíquele que su confianza es tan importante como no mentir. Luego, puede decirle: “la próxima vez que vea a la abuela, pregúntele por qué no se siente bien”. Afortunadamente, la abuela en este momento le explicará cariñosamente si está enferma o le permitirá hacerlo.
Si su madre se niega a reconocer su enfermedad a su hija de cualquier manera (suponiendo que el proceso de la enfermedad se manifieste externamente) ella puede necesitar asesoramiento para tratar su condición terminal.