Vivo en el norte de California y tengo acceso a excelentes productos de cannabis medicinal, muchos de los cuales me fueron proporcionados sin cargo por los dispensarios locales cuando me diagnosticaron cáncer en enero.
He usado tinturas y comestibles para combatir el dolor de la cirugía y las náuseas de la quimioterapia. Me dieron aceite de Rick Simpson, que algunos creen que es efectivo para reducir los tumores por sí solo.
Comencé a tomar la dosis mínima de este aceite de Rick Simpson a diario y tenía la intención de intentar alcanzar las dosis más grandes en base a la teoría de que no me haría daño y que podría salvarme de tener cirugía adicional o tratamientos de radiación si la quimio no tiene todo. Pero me encontré con un problema. Esto se basa solo en mi experiencia personal.
Primero, tan pronto como traté de aumentar la dosis, incluso ligeramente, me sentí abrumado por los efectos secundarios: aturdimiento, desorientación, confusión mental e incapacidad para despertarme.
Entonces, un día me levanté en la mañana, fui al baño y me desmayé por completo, golpeándome la cabeza con el suelo de baldosas. Me di cuenta de que mi ya baja presión sanguínea se redujo significativamente por el aceite de cannabis y me estaba haciendo sentir débil. No sé si el aceite me estaba deshidratando un poco o si afectaba directamente a la presión arterial.
Tomé la decisión de dejar de usarlo, al menos hasta que mi quimioterapia haya terminado, porque francamente me siento mejor cuando no lo tomo. No me he sentido débil ni mareado desde que paré, incluso en los peores días de mi quimioterapia.
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Tomo pequeñas dosis de tinturas menos potentes para controlar otros síntomas como las náuseas, aunque después de un tiempo descubrí que su sabor me recordaba tanto a la sensación de malestar que ya no quería tomar más. Esto también sucede con la comida y la quimioterapia; tu cuerpo comienza a asociar las cosas que consumes con el hecho de que estás siendo envenenado. Actualmente no puedo disfrutar de la sopa de avena o de pollo por la misma razón, a pesar de que nunca me enfermaron directamente.
De todos modos, en realidad descubro que usar un vaporizador cuando siento mucha náusea me proporciona un alivio instantáneo y me ayuda a ingerir suficientes líquidos y bocadillos para superarlo. Encontrarás lo que funciona para ti. Para muchas personas, el cannabis es simplemente una bendición y ayuda mucho. Solo quiero advertir que también es una sustancia potente y tiene sus propios efectos secundarios, algunos de los cuales son muy fuertes.
