Los cuervos regularmente entierran su comida para más tarde. Si creen que otro pájaro ha sido testigo de su escondite, esperarán hasta que no estén buscando, lo desenterrarán y lo enterrarán en otro lugar. Un cuervo con el que trabajé haría esto conmigo: enterraba su ratón debajo de algunas hojas o tierra mientras miraba, y cuando deliberadamente le daba la espalda, él lo recuperaba rápidamente y lo ocultaba en otro lugar. Este comportamiento engañoso demuestra la capacidad de imaginar los pensamientos de otro individuo y predecir el comportamiento.
Recientemente leí acerca de alguien cuyo perro seguía caminando cojeando, por lo que lo llevaría al veterinario y el veterinario no podía entender qué pasaba. Finalmente se dieron cuenta de que lo estaba fingiendo cada vez que ella salía a correr porque no quería correr con ella. ¡Qué pequeño furtivo!