Las leyes de la física en el mundo de los sueños son muy diferentes de las de la realidad material. La gravedad es opcional, el tiempo entra en grupos discontinuos, el viaje es instantáneo, y así sucesivamente.
Cuando reconocemos que cualquier realidad consiste en lo que experimentamos dentro (y no como algo objetivo), entonces vemos que los sueños se experimentan en otra dimensión.
En ausencia de evidencia científica, utilizamos nuestra percepción directa como evidencia suficiente.