Los animales rumiantes dependen de las bacterias para digerir el material vegetal. Hacemos lo mismo. También dependemos de las bacterias para digerir las proteínas. Estas bacterias amigables se conocen como comensales.
Sin estos “ayudantes”, nuestro bioma intestinal no funciona correctamente, lo que provoca muchas enfermedades, incluidos trastornos neurológicos. Los neurotransmisores que nuestro cerebro necesita son idénticos a los neurotransmisores que se encuentran en el intestino.
Es una buena idea incluir alimentos fermentados en la dieta. Estos reponen las bacterias amigables que necesitamos. Para comprender la importancia de un sistema digestivo saludable, considere que los descendientes de muchos animales rumiantes, por desagradables que parezcan, ingieren los desechos fecales de su madre para iniciar los procesos bacterianos.