Primero debemos notar que el cáncer y muchas otras enfermedades son subproductos del estilo de vida moderno y no podemos culpar a Dios por eso. Los alimentos no saludables (producidos por humanos), la exposición prolongada a sustancias químicas (inventadas por humanos) y el estrés y la ansiedad a largo plazo (creados por humanos) son las principales causas de cáncer en todos los cuales los humanos deben ser culpados. El agujero en la capa de ozono, el cambio climático, el calentamiento global, la disminución de las fuentes de agua, la contaminación del aire, la contaminación del agua y del suelo, las sangrientas guerras, la discriminación y las armas de destrucción masiva son causadas por humanos que causan diferentes problemas y enfermedades.
Aquí hay otro ejemplo. Los Estados Unidos bombardearon Hiroshima y Nagasaki y después del incidente muchos niños nacen con anomalías físicas debido al daño al ADN de sus abuelos y sus padres causado por la radioactividad. En este caso, ¿crees que deberíamos culpar a Dios por crear a esos niños o a los Estados Unidos?
Sobre las cucarachas y otros animales, debemos saber que todos los animales son creados por una razón y todos tienen un papel que jugar en la naturaleza. Los seres humanos están llegando a conocer algunos de estos roles, especialmente después de la introducción del concepto de ecosistemas. El punto es que debido a que el darwinismo es tan dominante, creemos que los animales están allí debido a una mutación ciega en su ADN. Pero si reflexionamos sobre los ecosistemas, veremos la importancia de muchos animales, como las lombrices (que fertilizan el suelo), las abejas (son responsables de la polinización de al menos el 75% de todos los árboles frutales), los murciélagos (se alimentan de plagas) etc. que no pueden ser simplemente causados por mutaciones ciegas al azar. Es posible que no comprendamos el papel de las cucarachas, pero con más avances en la ciencia vemos un panorama más amplio y podemos ver las huellas de Dios.