Si Dios es tan poderoso, ¿por qué no puede simplemente crear un antídoto para curar el SIDA o el VIH?

No hay nada específicamente “malo” sobre la muerte por una enfermedad particular en este caso el SIDA. La lepra, la tuberculosis, la peste bubónica, el cáncer y las enfermedades del corazón: todas estas enfermedades también son “malas”, ya que causan la muerte y el sufrimiento. Parece que el problema de la persona que pregunta no es tanto con el SIDA en sí, sino ¿por qué Dios no hace nada para detener todo el sufrimiento y el dolor en el mundo? Piénselo, si estuviéramos viviendo en la era premoderna, que es gran parte de la historia humana, no estaríamos realmente pensando en la naturaleza y las características específicas de la enfermedad que nos está afectando, solo en el sufrimiento que causa.

En cuanto a por qué un Dios bueno permitiría el mal y el sufrimiento en el mundo, este es el viejo Problema del Mal. Generaciones de hombres, laicos y académicos por igual, se han cansado tratando de encontrar una explicación. La explicación a la que parece haber llegado la mayoría de ellos es que con nuestro limitado conocimiento y visión del mundo no podemos esperar mirar a la mente de Dios para encontrar respuestas a todas nuestras preguntas. Tampoco es necesario. Es útil recordar que el sufrimiento y el mal son el resultado del mundo caído en el que vivimos y Dios, por el momento, permite que estos se desarrollen en el mundo. Dios se ha encargado de que nuestro sufrimiento, por severo y duro que parezca en este momento, termine algún día. Esto nos permitirá vivir nuestras vidas valientemente con el conocimiento de que, en última instancia, Dios va a arreglar todo. Porque si Él es el creador, entonces todas las cosas son posibles para Dios.