Cuanto más leo historias sobre enfermos de cáncer y los consejos para vivir la vida al máximo, más creo que la mitología es más poderosa que la realidad. El único elemento que falta sería el barco proverbial griego de Caronte que llevaría a las almas al inframundo .
Pero estamos plantados en el siglo XXI y todavía no nos damos cuenta de que la palabra salud falta en nuestro léxico. Lo que es peor, parece que este es un comentario sucio. Sin embargo, no voy a dejar de usarlo como el término más positivo y satisfactorio en mi 80º año de vida.
Durante mis años más jóvenes percibí mi parte como mal diseñada, física y mentalmente. También estuvo poblado por el abuso de alcaloides y alcohol. Como descubrí hace 33 años, la forma de enfocarse no es en el desarrollo de la enfermedad, sino en el abandono de la salud. El enfoque racional es perseguir la salud hasta que la enfermedad se detenga en seco y el descenso se nivele.
Esto cuidará la paranoia al incorporar una sensación de control y disposición.
No se trata de ser absorbido por el cáncer. Es importante saber que la salud se ha ido y que es imprescindible recuperarla.
Hay tres problemas para adquirir salud:
¿Qué puedes hacer para prevenir el cáncer de hígado?
¿Puede un niño de trece años tener cáncer de mama? Tengo un bache.
En primer lugar, es bastante difícil encontrar un asesoramiento sólido y sin compromisos basado en el conocimiento científico moderno. La salud en sí misma todavía no se ha convertido en una ciencia.
En segundo lugar, debe lograrse a través de la acción personal, que implica más esfuerzo que ingerir pastillas. Implica un cambio completo de estilo de vida.
¡Tercero, una vez que obtienes salud, se vuelve adictivo!