Para ser completamente honesto, no creo que esté calificado para responder a esta pregunta de manera minuciosa y exhaustiva, pero haré lo mejor que pueda.
Gran parte de lo que llamamos “realidad” es un mero reflejo de nuestras propias expectativas filtradas por nuestro cerebro debido a la falacia de nuestra lógica, que siempre intenta seguir el camino de la menor resistencia, es decir, un patrón fácilmente reconocible. Solo aceptamos cosas que se corresponden con nuestros dogmas establecidos hace mucho tiempo y nos conformamos con su incuestionabilidad como realidad, y rechazamos deliberadamente las cosas que los confrontan. Consideramos que las cosas son precisas solo a condición de que se reflejen a nosotros mismos, y no sobre la base de argumentos sólidos e imparciales. En mi opinión, esta tendencia fundamental a entretener y atesorar ideas preconcebidas es una larga y prolongada y cancerosa consecuencia del progreso intelectual de la humanidad. Teorizamos demasiado y nos perdemos en especulaciones abstractas, y cuando la realidad no responde a nuestras expectativas en cuanto a eso, adaptamos esta misma realidad para adaptarla a nuestras teorías. Ridículo como es, todavía sigue siendo un rasgo básico compartido por todas las razas, independientemente de sus etnias y cultura en la actualidad. Existen numerosos libros publicados que lo ayudarán a mejorar su capacidad para pensar críticamente y para ofrecer argumentos fácticos cuando sea necesario, y le recomiendo encarecidamente que los compre.
Uno de los principales problemas que se derivan de la tendencia antes mencionada es que exponemos el universo a nuestra manera convencional de pensar con una mezcla única de arrogancia e ignorancia, e incluso hacemos débiles intentos de explicarlo reuniendo información, o mejor dicho, desinformación, adquirida principalmente a través de la navegación indiscriminada de sitios de dudosa calidad en Internet, y las ideas rígidas y fijas mal formadas de la escuela secundaria. Uno de los principales ejemplos de afirmaciones anteriores es que el asombroso cuarenta y uno por ciento de los adultos estadounidenses cree que los primeros humanos coexistieron con los dinosaurios (http://www.science20.com/news_re…). Tal vez aún más personas piensan en el tiempo y el espacio como en diferentes entidades, y quemarían vivo a cualquiera que se atreviera lo suficiente como para convencerlos de que la Tierra no es una losa plana de roca bidimensional.
Siempre que sea capaz de separar los conceptos vacíos y sin sentido de la realidad física, y distinguir entre información y desinformación, y ser lo suficientemente flexible como para considerar la variedad múltiple de alternativas y elegir la que no se ajusta a sus prejuicios, pero la respaldada por hechos y razonamiento sobrio, alcanzarás el nivel necesario de autoconciencia.