El brócoli es una buena fuente de un “isotiocianato” llamado “sulforafano”, una poderosa planta química que tiene propiedades anticancerígenas.
Se ha demostrado recientemente que el sulforafano afecta los ARN no codificantes. Una vez considerado como “ADN basura” ahora se cree que tiene un papel crítico en la propagación de células cancerosas malignas. Ahora se piensa que el sulforafano ejerce un efecto de control sobre estos ARN, manteniéndolos “normales” y ralentizando el proceso del cáncer. Para más información ver aquí
Para maximizar la disponibilidad de sulforafano, mastique bien y coma crudo o ligeramente cocido al vapor.
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