En realidad, el problema con los inhibidores de la angiogénesis no es el concepto de tratamiento, sino el objetivo.
Si pudiera detener la formación y el mantenimiento de los vasos sanguíneos en el cáncer, el cáncer morirá. El problema es que usted tampoco debe afectar los vasos sanguíneos normales.
Los inhibidores de la angiogénesis actualmente aprobados tienen un riesgo de complicaciones catastróficas de aproximadamente 2% que a menudo es mortal en forma de coagulación sanguínea importante, hemorragia grave y perforación de órganos.
Ninguno de los inhibidores de la angiogénesis actuales curan pacientes con cáncer, aunque en ocasiones algunos pacientes tienen respuestas excepcionales y prolongadas. Entonces no funcionan lo suficientemente bien o con la frecuencia suficiente.
El gran problema a resolver es que necesitamos una mejor orientación de los vasos sanguíneos del cáncer, dejando intactos los vasos sanguíneos normales.
Sin dudas, la clave es definir la diferencia molecularmente y luego diseñar los inhibidores muy especializados.
