Si no ingresas en la universidad de tus sueños, tómala como una lección de vida. No siempre obtienes lo que quieres cuando lo quieres, y lo que crees que quieres puede no ser lo mejor para ti.
Dicho eso, siempre hay una segunda oportunidad. Después de su primer grado, puede aplicar de nuevo a la universidad de sus sueños para estudios de postgrado o incluso para un trabajo.