La inteligencia por sí sola no es suficiente, la diligencia es imprescindible.
Cualquiera que sea su objetivo, la mayor posibilidad de lograrlo será cuando une su trabajo duro con regularidad, puntualidad y dedicación.
Mi maestro una vez me contó este ejemplo:
” Si en la vida, si llega a presenciar un pozo, observe cuidadosamente las paredes de la periferia donde gotean lentamente gotas de agua. Verá que el agua ha logrado, a lo largo de los años, agrietarse a través de la piedra. de agua que ha alcanzado la hazaña y salpicado a la vez en la periferia, nada sucederá. ¡Porque es la regularidad la que le da el poder de romper las piedras!
Así es como son las cosas en la vida, paso a paso solo podemos acercarnos a lo que pretendemos lograr. ;