Se pueden producir extirpación de órganos cancerosos, como con cáncer de próstata por prostatectomía radical; la próstata no es realmente un órgano esencial para la vida. De lo contrario, en cuanto a la sustitución de los órganos clave necesarios para la supervivencia, se vuelve un poco más complicado debido a la respuesta inmune de una persona a los trasplantes no autólogos. El potencial de rechazo está ahí.
La radioterapia puede ser un objetivo. Se pueden irradiar cánceres pequeños en órganos específicos, ahorrando una porción significativa de células normales. La función del órgano se conserva hasta cierto punto. La quimioterapia es más tóxica, pero las células cancerosas, debido a que tienden a dividirse con mayor frecuencia que las células no cancerosas, serán eliminadas, nuevamente, dejando algo de preservación de la función del órgano.
Las terapias dirigidas contra el cáncer aún están en el futuro. Los anticuerpos monoclonales cargados con medicamentos de quimioterapia son los más prometedores en la actualidad y están bajo investigación. La nanotecnología puede producir anticuerpos “cargados” más pequeños y explotar las terapias génicas.
Hasta que la investigación médica sea capaz de replicar órganos vitales que sobrevivirán a un trasplante, los tratamientos terapéuticos actuales seguirán en uso.