La realidad de cada uno es creada. Y el camino de cada uno es el suyo y diferente de los demás.
Si fuera yo quien estuviera en tu lugar, les enseñaría los modos de la imaginación. Cuando la imaginación se practica de forma constante, le proporciona al alma y al cuerpo una frecuencia vibratoria que, por ley universal, se reflejará en ellos.
Los niños ya están estrechamente conectados con la alta frecuencia de la luz y el amor, no es un gran esfuerzo para ayudarlos a alinearse. Lo que es útil es la meditación guiada y la práctica en la imaginación.
Por ejemplo, puedes jugar con un niño e imaginar con ellos todo lo que es posible. Pidiéndoles que disfruten por un momento lo que desean, y luego lo sientan, abrázalo, imagina todos los aspectos del mismo. Muéstreles imágenes de posibilidades, fotos de cosas fantásticas, ayúdelos a definir qué es lo que realmente quieren o qué suena divertido. Puedes enseñarles que, sin importar nada, dios o fuente está iluminando su camino, solo tienen que creerlo. Cada uno tendrá algo único que resuena y perpetúa el movimiento hacia lo que desean. Recuérdeles lo que SI TIENEN, cree un arte que refleje lo que tienen, en lugar de recordarles lo que no tienen. Cuando envías energía de desesperación cuando los miras, eso es lo que verás. Intenta ver algo diferente para ellos … cree en ellos.
Usar palabras como posibilidad, deseo, conocimiento, exploración y descubrimiento ayudarán a cualquier persona, especialmente a los niños, a cambiar el ciclo que les han enseñado los padres a pesar de la falta. El universo es un lugar abundante, y aunque hay quienes tienen el propósito de presentar la falta como un desafío para ellos mismos, el deseo es manifestarse más allá de eso.
Todos tenemos el deseo de superar las adversidades y enfrentar los desafíos. Apoyar esto con un sentido de esperanza cambiará el mundo.