Primero, ¿tienes un sueño lúcido? Si lo haces, esto será REALMENTE fácil. Si tienes un sueño lúcido (es decir, puedes controlar tus acciones mientras estás en el estado de sueño) simplemente habla con tu amigo. Pregúntales, “¿Por qué sigues viniendo a mí en sueños?” O, alternativamente, tal vez tengas algunas preguntas persistentes que te han estado molestando. Pregúntales. Tu amigo te lo dirá.
Si no tienes un sueño lúcido, entonces tenemos que desempaquetarlo activamente un poco más, lo que se remonta a las preguntas persistentes.
¿Hay cosas que nunca tienes que decirle a tu amigo? ¿Qué simboliza tu amigo para ti? ¿Cómo te sientes acerca de ellos? Acerca de su muerte? ¿Fue hace mucho tiempo o reciente? ¿Sientes culpa o vergüenza por su muerte? ¿Alrededor de algo que estás haciendo ahora relacionado con ellos? Las respuestas a estas preguntas lo ayudarán a determinar los próximos pasos.
Si hay algo que quieras decirle a tu amigo, escríbele una carta. Escriba todas las cosas que desea decirles: preguntas, cualquier cosa. Dobla el papel y luego ponlo en tu chimenea o en una fogata al aire libre para quemar. La quema de la carta será una especie de liberación / liberación del mensaje. Puede sonar un poco extraño, pero este proceso puede hacer maravillas.
Alternativamente, antes de irse a dormir, mientras está acostado en la cama, cierre los ojos. Visualiza a tu amigo tal como te aparecen en sueños. Dígales lo que quiere decir o hágales las preguntas que tenga. Esa noche, puedes o no volver a soñar con ellos, dependiendo.
En cuanto a afectar tus emociones, un amigo muerto es una imagen emocional. Cada vez que un espíritu o una imagen de un ser querido perdido viene a nosotros, es muy pesado. Dicho esto, mira esto como una oportunidad para resolver algunos problemas persistentes o preguntas que tienes. Cuando se ve de esta manera, se convierte en un regalo.