La homofobia no es un objeto cuantificable (¿cómo se mide esto? No es como medir una temperatura o longitud), por lo que a los ojos de un investigador cuantitativo, la homofobia no existe.
Dicho esto, no existe una buena “correlación” entre las tasas de VIH y las “tasas de homofobia”. Los países de Medio Oriente (particularmente Arabia Saudita) tienen una reputación de tratar a los homosexuales como delincuentes, tienen algunas de las tasas de incidencia de VIH más bajas del mundo, menos del 0.2% a partir de 2011, o prácticamente nulas.
Mientras tanto, Rusia, donde la homosexualidad es legal pero la llamada “propaganda homosexual” no lo es, y donde la población en general es muy conservadora en comparación con las democracias occidentales, tiene un gran problema de VIH: alrededor de 2.3% a partir de 2015.
Un gran factor de confusión que no se capta al tratar de correlacionar la “homofobia” con las tasas de VIH es el uso de drogas intravenosas . Arabia Saudita es muy estricta con las drogas, lo que podría explicar parte de la enorme disparidad entre Rusia y Arabia Saudita.
