Yo diría que la falta de conocimiento juega un papel fundamental cuando se trata de la diferencia a la que nos estamos dirigiendo.
Ambos parecen enfermar a las personas, tienen consecuencias terribles si no se tratan, tienen manifestaciones físicas que pueden no ser controlables, son igualmente peligrosas para la vida y (hoy en día) son diagnosticables.
Pero las personas temen a la incertidumbre. Intentan mantenerse alejados de lo que no saben. Uptil ahora, la gente ha estado asimilando estigmas y estereotipos cuando se trata de la salud mental. A menos que se expandan para acomodar el conocimiento sobre la salud mental / trastornos mentales, intrínsecamente aprenden a aceptarlos y resolverlos, aunque en su capacidad, nunca podrán empatizar o incluso simpatizar con aquellos que son enfermos mentales y mucho menos darles apoyo.
Si nos fijamos en cómo se considera a Cáncer como una enfermedad en comparación con un trastorno mental o incluso enfermedades como el SIDA, hay una manera distinta en que las personas han estado pensando en ellas, reaccionando ante ellas. Una distancia de un brazo de distancia. Aprendemos a tomar estas mentalidades y adoptarlas en nuestro comportamiento.
Por otro lado, es cuando comenzamos a aprender más sobre la salud mental que comenzamos a sensibilizarnos sobre sus manifestaciones. Ofrecer apoyo, entonces, es solo el paso y la elección final.