Por muy poca o muy poca glucosa que tenga en su torrente sanguíneo, las células cancerígenas intentarán monopolizarla, razón por la cual los pacientes con cáncer pierden peso. Entonces, es verdad, cuanto menos tengas, mejor. Sin embargo, un enfoque más inteligente y saludable es asegurarse de consumir carbohidratos saludables a base de plantas y no carbohidratos azucarados procesados. Esto le permite alimentar sus células sanas y su sistema inmunológico con la nutrición que necesitan desesperadamente.
Sin embargo, hay formas de negar a las células cancerosas la capacidad de súper-metabolizar la glucosa, lo que les niega la energía que necesitan para prosperar y proliferar. Un ejemplo es el melón amargo, que está disponible fresco para ser comido, mezclado o en jugo. También hay suplementos y tés.