Las microondas no le pueden dar cáncer, ni tampoco el espectro de la luz visible. Debido a que sus longitudes de onda son relativamente largas, cada fotón lleva relativamente poca energía, no lo suficiente como para dañar el ADN, en particular.
La gente le tiene miedo a las microondas porque no las entienden. No le temen al espectro de luz visible porque es más familiar.