Necesitas hacerte esta pregunta.
“Una vez que mi padre muera, ¿me sentiré culpable, avergonzado o herido porque murió sin saber que soy bi?”
Si la respuesta a esa pregunta es sí, entonces debes decírselo. No quieres que tu luto por tu padre, lo cual será bastante difícil, se mezcle con angustia por haberle mentido por omisión.
Si la respuesta a esa pregunta es no, entonces no es necesario que se lo cuente. Puede decidir de todos modos, y eso está bien. Pero si es más fácil no balancear el bote, no lo haga.
Aunque te contaré una historia. Mi bisabuela de 94 años murió hace menos de un año de cáncer. Varios meses antes de su muerte, ella escuchó de alguien de la familia que yo era trans, y que deliberadamente había decidido que era mejor no decírselo. Pero ella no se enojó. Pidió ayuda a mi primo para obtener información sobre la identidad trans, y luego, como se estaba quedando ciega y no podía leer, le pidió a alguien más en su hogar de ancianos que leyera las cosas que mi prima le había encontrado. Cuando la vi por última vez, ella me interrogó acerca de cómo iba mi vida, incluida mi vida trans, y me dijo que podía decir que yo era más feliz ahora y que estaba contenta.
Entonces lo que estoy diciendo es que no subestimes a tu padre. Él puede ser viejo y enfermo e ignorante, pero él te ama. Y las personas que te aman pueden y aprenderán acerca de tu identidad para poder amarte mejor.