No tengas miedo de pedir ayuda a otras personas a veces. Y la ayuda puede ser cualquier cosa, desde mirar a sus hijos hasta escuchar por un rato.
No se sienta culpable por pedir ayuda a las personas, puede estar a su lado cuando lo necesiten y su situación sea mejor. Alcanza, porque tus hijos te necesitan. No corras hasta el punto en que te sientas emocionalmente insensible. Necesitas ayuda, como todos lo hacemos en algún momento de nuestras vidas.