Yo diría que es al revés. Las personas mayores que son positivas tienen más probabilidades de saber que son positivas y de estar en tratamiento, lo que disminuye en gran medida las posibilidades de transmitir el virus, es decir , el concepto de tratamiento como prevención.
Según un artículo “Pacientes con VIH jóvenes: menos conciencia, menos atención médica”:
- Los adolescentes y las personas en sus 20 años son significativamente menos propensos a saber que tienen VIH que los adultos mayores.
- Entre las personas de 25 a 34 años, el 15% tenía una carga viral suprimida. Para adultos de 55 a 64 años, el 36% fueron indetectables.
- Los jóvenes pueden tener un sentido de urgencia reducido sobre el tratamiento, porque muchos de ellos son sanos.
- La adherencia al tratamiento puede ser un desafío para los jóvenes, ya que pueden no estar tan preocupados por los resultados de salud a largo plazo del VIH no tratado.