Escribe menos, piensa más. Hazlo leyendo sin un bolígrafo en la mano. Lee el capitulo Al final, anote las tres cosas más importantes que argumentó / demostró (no escriba: requiere menos concentración, filtra la basura y la recuerda menos). Luego lee el siguiente capítulo.
De esta manera, lees mucho más, recuerdas mucho más e identificas con mayor facilidad lo que es verdaderamente útil.
Duele soltar las mantas de seguridad de copiar y subrayar, pero es realmente transformador cuando te metes en ello. Su rango y conciencia, incluso si no usa todo el material, brilla a través de su trabajo.
Puedes leer mucho más. O puede leer la misma cantidad y tener mucho más tiempo libre. Y lo que sea que leas, lo “conocerás” de una manera diferente, más reflexiva que antes. Su conocimiento será una herramienta para usar, no una carga para llevar.