Ser diabético te da mucha sed, lo que significa que cuando satisfagas tu sed, necesitarás orinar con más frecuencia y de manera más aguda.
En primer lugar, los altos niveles de exceso de azúcar en la sangre deben ser filtrados por los riñones para que el cuerpo necesite y anhele líquidos adicionales.
Además, algunos medicamentos orales para la diabetes ayudan a los riñones a filtrar el azúcar (invokana, farxiga, etc.) e incrementar aún más la necesidad natural y la sed de líquidos.
A largo plazo, el daño renal puede convertirse en una complicación debida a la diabetes, que puede aumentar aún más el período y la cantidad de tiempo necesarios para los descansos.