¿Qué se siente tener sueños, trabajar duro para lograrlos, pero finalmente no lo hacen?

Se siente horrible la primera vez que sucede, especialmente cuando no estás acostumbrado al fracaso.

Entonces sucede de nuevo.

Y otra vez.

Y otra vez.

Dios, todavía estás vivo. Un poco magullado, pero aún vivo.

Intenta de nuevo. Y pierdes Y lo intentas de nuevo. Y perder de nuevo.

Pero sucede algo extraño. Cada vez que ‘fallas’, el miedo te pierde.

No solo eso, sino que te vuelves más fuerte. Tu resiliencia crece Al igual que su tenacidad, agallas, perseverancia y confianza.

Entonces te das cuenta de que el único fracaso es rendirse, todo lo demás es solo entrenar tus capacidades internas.

Te vuelves valiente.

Aceptas desafíos que nunca antes enfrentaste.

Apuntas a objetivos que nunca antes soñaste.

Lo siguiente que sabes es que estás sentado en la cima de tu juego; fallaste tu camino allí básicamente.

Así es como sucede el “éxito”. Usted falla en su camino hacia la cima. Cualquiera que haya logrado grandes cosas le dirá lo mismo: habrá días en que saldrá todo y perderá. Eso también es parte de ganar. El ganador es la persona que no arroja la bandera blanca y se convierte en golpiza.

Eso es correcto – fracaso de mierda – no existe, excepto en una situación. El único fracaso es darse por vencido con la persona en el espejo. De lo contrario, todavía estás entrenando. Hasta el día de tu muerte. Entrenando al gigante dentro.

Realmente somos gigantes pero no lo sabemos; y la vida es nuestro gimnasio

Buena suerte.

Todos llegaremos al final de nuestras vidas con asuntos pendientes, pecados en nuestras conciencias y metas que no logramos. Todos nosotros. Todos lamentaremos. Estoy seguro de eso. Yo solía preocuparme por eso. Es el tipo de cosas que todavía me mantiene despierto algunas noches. Estoy trabajando en disfrutar el momento, reparar vallas y estar bien sin que todo sea perfecto. Buenas relaciones, buenos recuerdos, mucho yoga para aliviar el estrés y buena cerveza me ayudarán a mantenerme enfocado en lo que es más importante. Estoy seguro de que aún sentiré pesar por lo que no se hizo, pero espero que sea superado por lo bueno.