La precipitación de carbonato de calcio inducida microbiológicamente (MICP) es un proceso biogeoquímico que induce la precipitación de carbonato de calcio dentro de la matriz del suelo. [1] La biomineralización en forma de precipitación con carbonato de calcio se remonta al período precámbrico. [2] El carbonato de calcio se puede precipitar en tres formas polimórficas, que en el orden de sus estabilidades habituales son calcita, aragonita y vaterita. [3] Los principales grupos de microorganismos que pueden inducir la precipitación de carbonato son microorganismos fotosintéticos tales como cianobacterias y microalgas; bacterias reductoras de sulfato; y algunas especies de microorganismos involucradas en el ciclo del nitrógeno. [4] Se han identificado varios mecanismos mediante los cuales las bacterias pueden inducir la precipitación de carbonato de calcio, que incluyen la hidrólisis de urea, la desnitrificación, la producción de sulfato y la reducción de hierro. Se han identificado dos vías diferentes, o rutas autotróficas y heterotróficas, a través de las cuales se produce el carbonato de calcio. Existen tres vías autótrofas. Sin embargo, las tres vías dan como resultado el agotamiento del dióxido de carbono y favorecen la precipitación del carbonato de calcio. [5] En la ruta heterotrófica, pueden estar involucrados dos ciclos metabólicos: el ciclo del nitrógeno y el ciclo del azufre. Se han propuesto varias aplicaciones de este proceso, como la remediación de grietas y la prevención de la corrosión en concreto, [6] [7] [8] [9] [10] [11] [12] biogrout, [13] [14] [ 15] [16] [17] [18] [19] [20] secuestro de radionucleidos y metales pesados.
Fuente Wikipedia