Lamento que esto te suceda a ti y a tu perro. ¿Supongo que el tratamiento no es una opción viable?
Aquí está mi experiencia. Tu perro comenzará a perder peso, incluso si está comiendo bien. No es tu culpa, el cáncer es un ladrón de nutrientes. He tenido dos perros con cáncer. Uno de ellos tenía problemas de movilidad y edema en las patas traseras. El otro era móvil hasta el día de su muerte. Hacia el final, ambos rechazaron la comida.
Aparte de eso, no puedo generalizar. Creo que depende del tipo de cáncer que tenga tu perro. En primer lugar, mi perro Cody tenía un hemangiosarcoma en un gran vaso sanguíneo. La quimioterapia extendió su vida por unos meses. Me dijeron que su cáncer particular no era doloroso. Fue descubierto durante una cirugía no relacionada. Su crisis fue señalada por descarga sangrienta en lugar de caca (algo así como jugo de carne). Desafortunadamente, no lo llevé directamente al veterinario para que lo detuviera. Yo debería. Su cáncer se rompió esa noche. Desearía haberle ahorrado el dolor y el miedo.
Spike tenía cáncer de hueso, común en Dobermans más viejos. El cáncer de hueso se detuvo pero se movió a su hígado. Le recetaron analgésicos y pastillas para ayudar a la digestión. Perdió mucho peso. Dejó de comer unos días antes de su muerte, lo cual fue rápido. Habíamos salido a caminar, se desplomó en el piso de la cocina en su lugar favorito, sufrió una convulsión y falleció.
Mi recomendación sería hablar con su veterinario sobre qué esperar. Debe hablar sobre el manejo del dolor, la nutrición y cuándo tomar la decisión de practicar la eutanasia. Pregunte si la eutanasia hogareña es una opción. Administre tantos analgésicos como sea necesario para mantenerlo cómodo. Los efectos secundarios a largo plazo ya no son una consideración. También te recomiendo que lo eches a perder. Si no va a sobrevivir a largo plazo, entonces también puede darle golosinas que no serían recomendables para un perro sano. El mío consistía en pollo asado, pavo molido o carne molida con cada comida. Considere planear un día especial para su perro mientras está lo suficientemente sano como para disfrutarlo. Llévelo a sus lugares favoritos, camine en el automóvil si le gustan los paseos, tal vez consiga un masaje para perros (ideal para aliviar el dolor y el estrés), cómprele una cena de bistec, etc.
Cuando llegue el momento, ayúdelo a superar “el puente”. Mi experiencia es que esperar demasiado es peor que practicar la eutanasia antes de lo absolutamente necesario.