El trasplante de hígado es el tratamiento de elección para la cirrosis hepática con insuficiencia hepática establecida.
Para los pacientes que tienen cirrosis hepática sin síntomas acompañantes de insuficiencia hepática (hemorragia por várices gastrointestinales, acumulación de líquido en el cuerpo, ictericia o encefalopatía) generalmente detectada incidentalmente en un examen médico o evaluación, eliminación de la causa incitadora siempre que sea posible (interrupción del alcohol, tratamiento de la hepatitis viral), el tratamiento médico de apoyo y el seguimiento periódico pueden prevenir o ralentizar la progresión a la insuficiencia hepática.