Si Dios está presente en cualquier lugar y en cualquier momento, ¿por qué las personas abogan por ofrecer oraciones temprano en la mañana o al anochecer? ¿Se va a dormir después de las 11 en punto hasta la tarde?
La sabiduría detrás del estímulo y la defensa de las oraciones matutinas o vespertinas es que, en esos momentos, su entorno y su entorno son más serenos, frescos, calmos y tranquilos, además, su mente es fresca, limpia, menos…