Existen ciertos cánceres de crecimiento relativamente lento que no responden a la quimioterapia ni a la radioterapia que pueden controlarse durante décadas con una nueva operación exitosa.
Los ejemplos son tumores carcinoides de crecimiento lento del tracto gastrointestinal, tumores limítrofes de los ovarios y sarcomas de bajo grado.
Las recurrencias pueden ocurrir años después de la cirugía inicial y esas recurrencias se tratan mejor con la extirpación quirúrgica.