No significa que solo trate de ayudar.
La mayoría (si no todas) las ilusiones son el producto de generalizaciones compensatorias que funcionan ‘la mayor parte del tiempo’.
Una de las bellezas del campo de la psicología perceptual es la forma en que las circunstancias que “trastornan” estas “reglas del pulgar” revelan cuán extraordinariamente buenas son realmente esas soluciones generales para problemas ridículamente difíciles.
Por ejemplo, la próxima vez que experimente vértigo transitorio girando en círculo intente imaginar cómo sería orientarse en el espacio sin un reflejo vestibuloocular. Creo que conseguir una computadora para hacerlo sin un giroscopio es casi imposible.