¿Qué pasa si no lo haces?
Considera las opciones:
” SI ” esta experiencia que estás teniendo es un “sueño”, entonces no es real. Si te “despiertas” de este sueño, ¿qué debería hacerse “correcto”? Si esto es un sueño, en realidad no sucedió nada, por lo tanto, después de despertar, tomarías la vida desde ese punto y avanzarías sin que en realidad hubiera ocurrido nada en el sueño.
Por el contrario, si esto no es un sueño, entonces cada momento de vigilia es una oportunidad para comenzar de nuevo. Los errores del pasado son simplemente experiencias, recuerdos y lecciones que ayudan a dar forma a tu personaje y hacerte quien eres. Lo que es pasado, bueno o malo – correcto o incorrecto, ha terminado. No podemos cambiarlos, ni debemos intentarlo. Recordamos, o lo olvidamos. Aprendemos y crecemos, o no aprendemos, y repetimos los errores. La vida es una oportunidad, y … siempre que estés considerando “qué pasaría si …”. ¿Y si esta es tu única oportunidad en la vida? ¿Quieres desperdiciarlo por remordimientos, o fijándote en que termine pronto como un sueño por la posibilidad de que puedas empezar de nuevo?
Quizás nunca sepamos si lo que estamos experimentando en nuestras mentes es real, o un sueño, o una fantasía – o tal vez no lo descubramos hasta el momento en que realmente morimos, o crucemos a un reino diferente del espíritu, o ‘despierta’. Cada uno de nosotros lo averiguaremos si ocurre y cuándo. Está bien reflexionar sobre las posibilidades y buscar cualquier prueba o respuesta potencialmente convincente a lo desconocido o incierto, pero no creo que sea sabio o saludable tomarse demasiado en serio, o buscar demasiado para una existencia alternativa. eso podría no existir
Creo que es mejor considerar esta vida como una bendición, un regalo, una oportunidad o un desafío que cada uno de nosotros tenga el poder de disfrutar, beneficiarse e incluso reinventarse una y otra vez cada día hasta que estemos satisfechos con la vida. la experiencia que hemos logrado modelar y moldear para nosotros mismos, o nos encontramos con ese final que ni nos traemos a nosotros mismos, ni tenemos el poder de prevenir. Vive cada momento como si fuera el regalo más precioso y fugaz, ¡porque podría ser!