Originalmente se descubrió en mayo que Carter tenía una pequeña masa en el hígado, a la que se le realizó una cirugía electiva para eliminarla. En ese momento, el pronóstico fue “excelente y se esperaba una recuperación completa”. Más tarde se determinó que esta declaración quizás se hizo prematuramente, ya que una biopsia reveló melanoma, que de ninguna manera se originó en el hígado, de ahí el diagnóstico actual de enfermedad metastásica. Una resonancia magnética también reveló mets en su cerebro, 4 de ellos de aproximadamente 2 mm de tamaño.
El presidente Carter tiene un diagnóstico de melanoma en etapa IV, lo que implica que el cáncer, que se origina en las células productoras de pigmento (melanocitos), se ha propagado a otras partes del cuerpo. El cáncer en etapa IV (casi) nunca tiene un pronóstico particularmente prometedor. Algunas veces la condición puede ser manejada y se puede lograr la reducción del tumor, pero la terapia / cirugía curativa es casi imposible debido a la naturaleza de la enfermedad metastásica. El cáncer simplemente está demasiado involucrado para ser “extirpado” quirúrgicamente, y las micro-metástasis, que luego se desarrollarán en mets más grandes, aún no son detectables por los escáneres. En casos como estos, a menudo se usan combinaciones de terapias sistémicas (quimio) y radiación, pero rara vez con algún potencial curativo. Por lo general, si los cerebros están involucrados (es cierto en este caso), a los pacientes se les dará un pronóstico de 6 a 12 meses de vida. Vale la pena señalar que Carter tiene 90 años, y es probable que se eviten tratamientos muy agresivos en favor de más tratamientos paliativos que pueden ralentizar la progresión de la enfermedad sin destruir su calidad de vida debido a las toxicidades asociadas de los tratamientos más agresivos. Ha superado con creces la expectativa de vida de un hombre de su edad, y como las personas mayores no son particularmente resistentes, un tratamiento agresivo haría más daño que bien.
Carter recibirá tratamientos de radiación enfocados para combatir las lesiones en su cerebro, lo que puede reducir el tamaño del tumor y darle más tiempo. También estaba recibiendo Pembrolizumab, que es un anticuerpo monoclonal que bloquea selectivamente el ligando inhibidor del receptor 1 de la muerte celular programada (PD-1). Este tratamiento fue aprobado en 2014 para el tratamiento del melanoma y ha tenido cierto éxito. Teóricamente, promoverá una respuesta inmune contra el cáncer de Carter. Si esa respuesta puede ser sostenida o no es difícil de saber.
Por lo tanto, el pronóstico no es bueno, en el mejor de los casos. Dado que tiene 90 años y tiene enfermedad metastásica, no creo que nadie esté esperando una recuperación completa. Aún así, el ex presidente ha mostrado una enorme cantidad de gracia con respecto a su diagnóstico, y parece estar en paz.
