Existe un rango de resistencia y susceptibilidad al alcohol entre las bacterias. Se sabe que las micobacterias en particular son relativamente resistentes a la muerte por etanol. Pero esta resistencia es solo relativa: todos los patógenos humanos comunes se eliminan en unos pocos segundos, como máximo, cuando se exponen al 70% de etanol.
El pequeño número que escapa no es más virulento. Con toda probabilidad, no estuvieron expuestos a una dosis completa de alcohol; es imposible lograr una mezcla perfecta, ya que siempre habrá grietas, suciedad y aceites que minimicen la exposición al alcohol. También pueden estar en un estado fisiológico que los hace ligeramente menos susceptibles a la muerte por alcohol, del mismo modo que no todas las bacterias mueren cuando se exponen a antibióticos.
Y a menos que su sistema inmune esté comprometido, matar 99.99% o 99% o 90% de las bacterias patógenas es suficiente para prevenir la infección. La inmunidad innata manejará bajos niveles de bacterias sin ningún problema.