¿Cómo sabemos que el placer es bueno y el dolor es malo?

Pregúntele a una madre, que siente placer después de sufrir el dolor de dar a luz a un bebé.
Pide amigo, que se siente deprimido después de anotar el 90% de las notas porque su amigo falló.
El dolor y el placer son como los vemos.

No siempre es inmediatamente evidente. El dolor y el placer son señales del sistema nervioso que nos ayudan a sobrevivir. Estas señales son imperfectas y rudimentarias a veces, pero es de esperar que podamos encontrar la sabiduría para comprenderlas mejor. Por ejemplo, el bebé llora con cada incomodidad, pero el adulto sabe que debe aprender a tolerar alguna incomodidad para sobrevivir y propagarse.