Los personajes en tus sueños son solo aspectos tuyos. Por ejemplo, fabricas mentalmente una imagen de tu madre para cumplir el rol de alguien que te hace hacer cosas por tu propio bien (solo como ejemplo). Entonces, tu sueño es tratar de averiguar por qué te resistes a ir al gimnasio todo el tiempo, y tu madre está allí diciéndote que lo hagas o te arrepentirás más tarde.
No es tu mamá, de verdad. Te estás diciendo que debes ser más disciplinado, pero has disfrazado este diálogo interno como si tu madre te diera buenos consejos.
Entonces, tu sueño pasa a otras cosas por las que necesitas ser más disciplinado. Su madre se transforma en su médico y le dice que pierda algo de peso. De nuevo, no es tu madre la que está cambiando, y no es tu médico el que te está dando este buen consejo. Eres tú mismo, diciéndote lo que ya sabes, pero haciéndolo disfrazado de alguien cuya opinión respetas.
Esta es la forma en que los sueños funcionan: de forma poco realista, simbólica y, sobre todo, de forma muy personal. Es diferente para todos, sin embargo, estoy seguro de que muchas personas tienen la experiencia que han tenido de “personajes” en sus sueños que cambian.