¿Cómo afectan los hábitos de sueño al acné?

Actualmente no hay investigaciones que miren directamente esta pregunta. Sin embargo, si observamos los factores conocidos que contribuyen al acné, podemos hacer algunas conjeturas sobre esto.

Por ejemplo, varios estudios han demostrado ahora que las personas con acné tienen niveles de inflamación sistémica más altos de lo normal. Si esa inflamación es la causa o el resultado del acné aún no se acepta por completo. Sin embargo, hay buenas razones para creer que al menos contribuye al acné (por ejemplo, se ha demostrado que los suplementos antioxidantes reducen el acné). Los estudios sobre la falta de sueño muestran que puede aumentar los niveles de inflamación sistémica en el cuerpo y, por lo tanto, puede agravar el acné.

La insulina es una de las hormonas relacionadas con el acné. Se sabe que niveles más altos de insulina y hormonas asociadas agravan (si no causan) el acné. La falta de sueño puede hacer que una persona sea más resistente a la insulina y, por lo tanto, aumentar los niveles de insulina. Esto podría agravar el acné.

No he hecho mucho ni he investigado sobre esto, pero aparentemente la falta de sueño tiene un efecto negativo en la función de barrera de la piel. Básicamente, la piel se vuelve menos efectiva para evitar las bacterias y otras “cosas malas”, lo que podría agravar el acné.

En resumen, no hay datos directos sobre esto, pero existen razones bastante buenas para creer que la falta de sueño puede agravar el acné. Hay mucha evidencia anecdótica que sugiere que cuando las personas comienzan a dormir más, su piel mejora.