No soñaría con nada.
No me refiero a ningún sueño, me refiero a un sueño con total nada.
En el mundo real, estamos bombardeados con obligaciones, responsabilidades, tareas, notificaciones, llamados a la acción, rutas para explorar. Mientras duermes, nada de eso debe existir.
Un sueño es una isla impenetrable. Puede conjurar cualquier dispositivo, pero no puede satisfacer su curiosidad. Puedes leer cualquier libro, pero solo tiene información que ya conoces. Puedes sentirte molesto o molesto, pero sus fuentes son artificiales y pueden descartarse con solo pensarlo. Ninguna responsabilidad te ata, simplemente estando dormido, ya estás haciendo algo importante.
Aprovecharía este raro estado, de ser temporalmente inalcanzable y no alcanzar, para experimentar algo imposible en el mundo moderno: la nada completa.