Suponiendo que el paciente es un adulto y tiene la capacidad de tomar decisiones que afectarán en gran medida el progreso y el resultado de la enfermedad, es imperativo que tenga toda la información disponible sobre la situación.
En el caso de un niño o una persona con discapacidad mental, cada caso se debe tratar en consecuencia, de preferencia con el aporte de asesores profesionales y / o profesionales de la salud mental.