¡LOS SUEÑOS SE HACEN VERDADEROS, Y NO PIERDEN LA ESPERANZA!
Siempre fui bueno en deportes y otras actividades culturales como el baile y, a menudo, gané premios por lo mismo, pero no pude lograr un reconocimiento similar en lo académico.
Soñé con recibir premios en el escenario del director de mi escuela por la excelencia académica, pero lamentablemente ese sueño nunca se convirtió en realidad y casi dejo de esperar que tal evento ocurra.
Pero más tarde, durante mis días de universidad, trabajé un poco más en lo académico que antes sin aspirar a un premio, aproveché todas las oportunidades que se me presentaron para mostrar mi verdadero potencial y, lo más importante, me preparé para tener más confianza en la vida y menos temeroso del resultado final.
Y adivinen qué, para mi sorpresa, en el día de la graduación me otorgaron el “Mejor estudiante de todos los niveles” del departamento por ser bueno tanto en lo académico como en lo cultural. Fue un sueño hecho realidad cuando recibí el premio en el escenario frente a mis padres.
Por lo tanto, este logro mío me ha hecho aceptar el hecho de que nada es imposible si uno trabaja duro sin perder la esperanza rápidamente.
Entonces sigue soñando!