Podría ser mejor comenzar con lo que sabemos que es principalmente curable:
Cánceres relacionados con el VPH: muchos cánceres de cuello uterino (aunque no todos) pueden estar directamente relacionados con las cepas oncogénicas, específicamente las causantes de cáncer, del virus del papiloma humano (VPH). Afortunadamente, tenemos una vacuna contra estos, lo que significa que tenemos una “cura efectiva” para el cáncer de cuello uterino relacionado con esas cepas. Este es probablemente el mejor de todos los tratamientos, ya que previene la enfermedad antes de que comience.
Neoplasias hematológicas (sanguíneas) infantiles: mi jefe una vez dijo hace varios años, algo así como “tratamientos para tumores malignos hematológicos han superado con creces cualquier cosa que tengamos en tumores sólidos”. Muchos cánceres infantiles que caen en este campo (como leucemias, linfomas) son tratables, con la mayoría de los niños afectados que viven más de 5 años. Para mí, esas probabilidades son lo suficientemente buenas como para decir mayormente curables.
Todo lo que está fuera de estos probablemente no sea curable consistentemente y, por lo tanto, diría que es incurable. De nuevo, esto es discutible y está basado en mi experiencia de ver pacientes inscribirse en ensayos clínicos. Desde que coordiné ensayos pan-histológicos, he visto casi todos los tipos de cáncer y, tristemente, observo que los pacientes expiran de ellos. Tratable, pero no curable. De acuerdo, veo casos severos, así que toma lo que digo con un grano de sal. Además, los pacientes que se han beneficiado de las intervenciones quirúrgicas (donde se han curado efectivamente de su enfermedad) no vienen a buscar las pruebas que coordino, así que también estoy predispuesto allí.
Desafortunadamente vivimos en una era de medicina donde la mayoría del cáncer sigue siendo una enfermedad letal. La esperanza es avanzar más allá de eso, donde el tratamiento se convierte en algo rutinario y similar a la atención administrada, como la diálisis renal.
