En este momento, en este mismo momento, te estás ahogando en un océano de radiación electromagnética de las ondas de radio, la luz del sol, el infrarrojo y todo lo demás.
La idea de si las torres de telefonía representan un riesgo para la salud se ha especulado durante décadas. La situación actual parece causar aún más aprensión: los teléfonos celulares son tan comunes y necesarios como el calzado, cada hogar tiene un enrutador y, para dar cabida a ambos, las torres de radio se plantan con más frecuencia que los árboles.
Ionización contra radiación no ionizante
Los siete tipos de radiación electromagnética se pueden categorizar en dos clases según sus energías: radiación ionizante y no ionizante.
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La radiación ionizante representa los espectros de alta frecuencia de la radiación electromagnética, que incluye los rayos ultravioleta de alta frecuencia, los rayos X y los rayos gamma, restos de una secuela nuclear. La exposición prolongada a estas emisiones puede causar una mutación celular, que puede conducir a varios tipos de cáncer. Esto se debe a que, como su nombre indica, tienden a ionizar y desestabilizar moléculas. La exposición a dicha radiación energética altera la estructura del ADN, una de las principales causas de cáncer y otras enfermedades autoinmunes.
Por otro lado, la radiación no ionizante representa los espectros de baja frecuencia de la radiación electromagnética. Estos incluyen ondas de radio, microondas, infrarrojos y luz visible. Debido a sus bajas frecuencias, estas ondas viajan con energías muy bajas, lo que las hace no ionizables, ya que no pueden eliminar las partículas de las estructuras moleculares estables.
El hecho de que las ondas de baja frecuencia no estén lo suficientemente energizadas como para interrumpir las moléculas de ADN implica que las ondas de radio que emanan constantemente de las torres de teléfonos son inofensivas.
Aun así, ¿la exposición constante a ellos podría amenazarnos con un riesgo mortal para la salud? Veamos lo que los expertos tienen que decir.
Las torres telefónicas no son lo único que debería preocuparnos; los teléfonos y enrutadores son similares a las torres en miniatura. De hecho, no solo son más numerosos, sino que también se encuentran mucho más cerca de nosotros que la mayoría de las torres de teléfonos celulares. Las microondas que generan radiación no ionizante son inofensivas, pero las microondas concentradas pueden penetrar en nuestra piel y quemar tejidos; ¡así funcionan exactamente los hornos! Entonces … ¿deberíamos estar preocupados?
Bueno, la respuesta no es un rotundo no. Uno puede encontrar consuelo en el hecho de que la evidencia del caso no ha sido concluyente. Esto se refleja en la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera que las torres de transmisión de radio ” posiblemente cancerígenas” no parecen representar una amenaza, pero no estamos seguros. Sin embargo, existen múltiples razones por las cuales podrían ser inofensivos.
En primer lugar, las antenas generalmente se montan en la parte superior de torres o edificios altos, lo que hace que los niveles de potencia de la radiación emitida disminuyan a medida que desciende hacia el suelo. A nivel del suelo, la emisión es 1000 veces menor que los límites de transmisión segura establecidos por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). En otras palabras, el daño es altamente improbable. En segundo lugar, las señales no se transmiten constantemente, sino intermitentemente.
Sin embargo, ¿podría la radiación afectar a las personas que viven en las proximidades de estas torres, como las personas que viven justo debajo del techo o los habitantes de edificios cuyas ventanas se enfrentan a torres montadas en un edificio más corto directamente adyacente a ellas? La respuesta sigue siendo no”. El cemento, la madera y otras obstrucciones atenúan las señales, disuadiendo así cualquier cantidad copiosa de radiación potencialmente dañina.
Se sabe que los niveles de potencia están en un máximo justo al lado de la antena, por lo que el acceso a los lugares con exposición directa puede ser limitado. Aún así, la falta de estudios relacionados con los residentes que viven cerca de un exceso de torres y su probabilidad de cáncer no ha permitido que aparezca una conclusión definitiva.
Gracias A2A
Fuente de información: www.cancer.org
Fuente de la imagen: Google images